DIPLOMADO:
AEROMEDICINA Y TRANSPORTE DE CUIDADOS CRITICOS
ESTUDIANTE:
Jorge
Luis Marcial Gaona
PROFESOR
TITULAR:
Lic.
Jaime Charfen Hinojosa
TEMA:
Modulo
1: Introducción a los transportes de cuidados críticos
GENERACION:
IX
02/ Febrero/ 2021
INTRODUCCION:
El
concepto de ambulancia ha evolucionado con el tiempo. Clásicamente se define
como un vehículo destinado al traslado de enfermos y heridos. El nombre es de
origen francés (1800-1810).
También
se afirma que el término fue acuñado por los Reyes Católicos de España,
Fernando e Isabel a finales del siglo XV y a ellos se le atribuye también la
introducción de las ambulancias y hospitales de campaña.
El
término ambulancia aérea aplicado al traslado de pacientes en un vehículo aéreo
fue utilizado por primera vez por el visionario novelista francés Julio Verne
(Robur El Conquistador). Pero cualquiera que sea la procedencia del término, la
historia de la ambulancia se remonta a los tiempos bíblicos. En los siglos
siguientes se utilizaron hamacas, carros con hamacas y caballos con literas; hasta
aquí, la ambulancia cumplía únicamente con el propósito original de trasladar
los enfermos al hospital
Los
primeros servicios de ambulancia para la atención de la población civil se
iniciaron en 1865 en Cincinnati y en 1869 en Nueva York en vehículos tirados
por caballos. La primera ambulancia motorizada se utilizó por primera vez en 1899,
se trataba de un vehículo muy pesado que avanzaba a la velocidad de unos 20 km
por hora. Los primeros traslados de combatientes por aire se hicieron a través
de globos aerostáticos durante el sitio de París por los prusianos en 1870.
AMBULANCIA
TERRESTRE
Se
conoce como ambulancia a un tipo de vehículo que tiene como propósito el
transporte de personas enfermas o heridas, desde o entre algún tipo de centro
hospitalario, lugar en el cual se le administrara ayuda profesional.
Sin embargo,
también se pueden dar casos, en los que el propósito de dicho vehículo se
encuentre enfocado únicamente para brindar atención en sitio al paciente, sin
que éste tenga la necesidad de ser trasladado a un hospital, ejemplo de ello es
cuando durante alguna emergencia se aplican tratamientos paramédicos de
medicina pre hospitalario.
El
desarrollo tecnológico permite contar con recursos cada vez más avanzados para
el cuidado del paciente en estado crítico. A diferencia de épocas anteriores,
la ambulancia moderna debe ser un vehículo dotado con los elementos necesarios
para proveer de manera eficiente la asistencia prehospitalaria que el paciente
requiere para mantener su estado de salud hasta el acceso a un centro asistencial.
TIPOS
DE OPERACIONES:
Trasporte
primario: Es el traslado que se realiza desde el sitio de
ocurrencia del evento hasta un centro de atención inicial. Este es el que
implica directamente a la atención prehospitalaria.
Trasporte
secundario: Es el traslado que se realiza desde un centro
asistencial hasta otro centro o sitio, con el fin de completar el proceso de
atención definitiva. Este aplica a la atención prehospitalaria.
TIPOS
DE AMBULANCIAS
Ambulancia
básica: Unidad de intervención con equipo específico
de respuesta inicial tripulada por auxiliar de enfermería o técnico en atención
prehospitalaria. Debe tener una camilla principal con sistema de anclaje,
camilla secundaria, tabla espinal corta, tabla espinal larga, camilla tipo
cuchara, millar o camilla de vacío, silla de ruedas, sistema de oxígeno con
capacidad total de almacenamiento de 6 metros cúbicos, equipo de
radiocomunicaciones, sistema sonoro de alerta vial adicional al pito o bocina.
Ambulancia
medicalizada: Unidad de intervención con equipo
avanzado tripulada por médico entrenado, enfermera, auxiliar o tecnólogo en
atención prehospitalaria. Debe contener lo de la ambulancia básica más
laringoscopios adultos y pediátricos con hojas rectas y curvas, respirador o
ventilador de transporte, volumen, presión o mixtos con dos circuitos respiratorios
estériles, monitor de electrocardiografía con desfibrilador portátil, oxímetro,
sistema electrónico de control de infusión y glucómetro.
Ambulancia
de traslado neonatal: Tendría lo mismo de la
medicalizada adicionando la cámara de Hood neonatal o incubadora portátil.
Las
ambulancias terrestres en cualquiera de sus niveles de complejidad de atención
son consideradas vehículos de emergencia y se rigen por el Código Nacional de
Tránsito y los artículos que los protegen, les brindan prioridad y cuidado especial
por parte de la ciudadanía.
VENTAJAS
AMBULACIA TERRESTRE:
La
principal ventaja de la ambulancia terrestre es su rápida disponibilidad en el
medio hospitalario, la capacidad de ofrecer un servicio directo desde un
hospital hasta otro sin necesidad de cambios intermedios, el poder utilizarse
con casi todas las condiciones climáticas y su bajo coste y mantenimiento.
DESVENTAJA:
La
principal desventaja sería el tiempo de traslado de algún lugar remoto o
alejado del centro especializado para el paciente, esto es por es peso,
distancia, tipo de paciente al que se está transportando.
AMBULACIA AEREA
Se
trata de una aeronave puede ser ala fija (avión) o ala rotativa (helicóptero)
que esta equipado para proveer servicios de ambulancia, tales como traslado de
pacientes en estado crítico, traslados interhospitalarios, traslado de órganos etc.
Su tripulación es personal capacitado en aeromedicina, así como en aeronáutica.
VENTAJAS:
La
principal ventaja es la rapidez con la que el paciente se traslada de un punto
a otro, esto sin preocuparse por trafico pesado o tipo de carretera además, la mayoría
de ambulancias aéreas están conformadas con el equipo necesario para brindarle
un traslado y atención adecuado al paciente.
DESVENTAJAS:
El
traslado aéreo se puede ver afectado por diversos factores, donde los
principales son: El costo económico que se requiere para mantener la aeronave,
las condiciones meteorológicas de la zona donde se requiere la aeronave, la geografía,
ya que esto puede alterar la fisiología o fisiopatología del paciente en específico.
FISIOPATOLOGIA DEL TRANSPORTE SANITARIO
La
primera consideración a tener en cuenta durante el TS, ya sea primario ó programado
(secundario y terciario), es el fuerte impacto psicológico que supone para el paciente
consciente. Este impacto se minimiza informando al paramédico, sí es posible, y
a familiares o acompañantes sobre las actividades terapéuticas que se llevaran
a cabo, él por qué del traslado, las dificultades del mismo, el tiempo
aproximado de llegada y el lugar de destino.
CINETOSIS.
Su
causa es una gran sensibilidad a los estímulos en el laberinto del oído
interno, aumentada por los movimientos en dos o más direcciones de forma
simultánea. Afecta o puede afectar a pacientes conscientes y al personal
sanitario. Para paliar en lo posible sus efectos:
•
Evitar, siempre que se pueda, las carreteras en mal estado y con muchas curvas,
realizando una conducción prudente y regular.
•
Algunos autores propugnan administrar Dimenhidrinato u otros sedantes vestibulares
al personal afectado por cinetosis y a los pacientes conscientes
GRAVEDAD.
ACELERACION DESACELERACION.
Los
cambios de velocidad durante el TS, tanto aumentos (aceleración) como disminuciones
(desaceleración) de la misma, ocasionan cambios fisiológicos en el organismo que
determinan una respuesta, consistente en el desarrollo de fuerzas de inercia proporcionales
a la masa del cuerpo.
Las
aceleraciones-desaceleraciones provocan desplazamientos de líquidos y masas
dentro del organismo. Estos desplazamientos son captados por receptores
orgánicos (propioceptivos, baroreceptores, receptores del laberinto) provocando
respuestas que pueden ir desde alteraciones en la presión intracraneal,
descenso en la tensión arterial y aumento en la frecuencia cardiaca, hasta
malestar general y cuadros vágales.
•
Evitar en lo posible, aceleraciones-desaceleraciones bruscas realizando una
conducción
regular y prudente.
• La
posición del paciente variará según el tipo de traslado: o traslado terrestre.
Paciente en decúbito-supino con la cabeza en el sentido de la dirección de marcha.
o traslado aéreo. En posición transversal o en el sentido contrario a la
dirección de la marcha.
•
Correcto anclaje de la camilla al vehículo y del paciente en la camilla,
utilizando incluso el colchón de vacío para su perfecta inmovilización.
•
Utilización de cinturones de seguridad por el personal acompañante.
RUIDO.
Según
el tipo de traslado utilizado, la fuente de ruidos y su nivel de intensidad
variará. Así en el transporte terrestre el ruido es originado principalmente
por las sirenas de las ambulancias; aunque también hay que tener en cuenta el
procedente del tráfico de las carreteras, el material electro médico almacenado
y el propio ruido del vehículo. En el transporte aéreo, especialmente en los
helicópteros, el nivel de ruidos es muy alto, de hasta 110 db.
De lo
expuesto podemos concluir:
•
Utilizar, sólo si es imprescindible, las sirenas de las ambulancias.
• El
ruido puede impedir realizar determinadas actividades como la auscultación del paciente,
la toma de tensión arterial, la escucha de alarmas sonoras, etc. por lo que es conveniente
instalar medios de diagnóstico digitalizados (T.A., PO2,).
•
Teniendo en cuenta que niveles de ruido de 70 db. provocan alteraciones del
sueño en adultos, y cambios en la frecuencia cardiaca y vasoconstricción
periférica en el neonato
VIBRACIONES.
La
vibración es una forma alternante y repetitiva de movimiento. Constituye una forma
de energía transmisible al ser humano que puede ser causa de efectos adversos e
incluso llegar a ser peligrosas a frecuencias altas (14-18 Hz.). Difícilmente
se alcanzan este tipo de frecuencias en ningún tipo de traslado.
Las
vibraciones se pueden reducir de las siguientes formas:
•
Vehículos de traslado en perfecto estado mecánico.
•
Suspensión adecuada y en perfecto estado.
•
Utilización de camillas flotantes.
•
Inmovilización del paciente con colchón de vacío.
TEMPERATURA.
La
hipotermia e hipertermia provocan alteraciones fisiológicas en el organismo. La
hipotermia, a la que es especialmente sensible el paciente traumatizado
expuesto al aire ambiente, puede provocar desde escalofríos hasta colapso
vascular. La hipertermia provoca vasodilatación periférica y alteraciones
metabólicas por aumento de la sudoración.
Todo
esto se puede evitar:
•
Sistema de acondicionamiento de aire en el vehículo de traslado.
• Uso
de mantas térmicas.
•
Evitar, en lo posible, la exposición de los vehículos de traslado al frío o al
calor
TURBULENCIAS.
Son
provocadas por el aire que atraviesa el vehículo de traslado aéreo. Origina
sacudidas bruscas que pueden ser fuente de errores de monitorización y
malfuncionamiento; además de convertir al paciente, personal acompañante y
materiales en verdaderos proyectiles. Todo ello se evita con un buen sistema de
fijación que mantenga sujetos a personas y material
ALTURA.
Disminución
de la presión parcial de oxígeno y descenso de la presión atmosférica determina
los efectos fundamentales que la altura provoca en el que vuela. Los
helicópteros suelen volar por debajo de alturas a las que se producen
alteraciones significativas como consecuencia de la disminución de la presión
parcial de oxígeno o del descenso de la presión ambiental.
La HIPOXEMIA
es el mayor reto de cualquiera que vuela. Los efectos fisiológicos de ésta
se producen a partir de los 1000 m. Entre ellos destaca el aumento del
gasto cardiaco e hiperventilación refleja, alcalosis respiratoria, tetania e
inconsciencia. Así, pacientes con Insuficiencia respiratoria o cardiaca,
Hipovolemia, Anemia, Shock, etc. Se pueden desestabilizar. Como medida
fundamental modificaremos la Fi O2 monitorizando la presión parcial de O2
mediante pulsioximetría.
Sobre
el material se producen cambios de diferente naturaleza:
•
Aumento de presión en sistemas de neumotaponamiento, sondajes y tubos
endotraqueales; por lo que se aconseja hincharlos con suero fisiológico y no
con aire.
•
Disminuye el ritmo de perfusión de sueros, por lo que es conveniente la
utilización de bombas de infusión.
• Disminución de la consistencia de los
sistemas de vacío, por lo que habrá que controlar la dureza de forma periódica.
•
Aumento de la consistencia de los sistemas de hinchado, desaconsejándose su
uso.
• Los
sistemas de aspiración continua, como el Pleur-Evac, se pueden afectar, por lo
que habrá de conectarlos a baja presión.
VALORACIÓN
GENERAL
Como
es obvio, el paciente crítico puede serlo por muy diversos motivos, pensemos en
un politraumatizado, un I.A.M., abdomen agudo y un largo etcétera, por lo que
en un primer tiempo nos interesará conocer el estado general del paciente, la
patología que presenta y el soporte asistencial y necesidades de monitorización
que preveamos va a necesitar para ejecutar el traslado.
Por todo ello necesitaremos una rápida
valoración de las funciones vitales, así como su preservación o restitución,
tal y como se nos enseña en otro apartado del presente libro (R.C.P. avanzada).
A modo de recordatorio y redundando en el tema, seguiremos los siguientes
pasos:
• A. Vía aérea con o sin control de la columna
cervical, según el caso.
• B.
Control de la ventilación y respiración
• C.
Control de las hemorragias y soporte circulatorio.
• D.
Examen neurológico
• E.
Exposición del paciente con prevención de hipotermia si fuese necesario.
CUIDADOS
DURANTE EL TRANSPORTE. TRANSFERENCIA AL HOSPITAL.
Esta
fase comienza cuando se tiene al paciente de forma estable para realizar el
viaje hacia el centro hospitalario donde vayamos a hacer la transferencia, por
lo que iniciamos la movilización hacia el habitáculo de la ambulancia siendo
realizada siempre bajo la estricta supervisión de personal cualificado y
experto, que decidirá en cada una de las situaciones la forma ideal de
colocación del paciente.
La posición
será dependiendo de su situación clínica, dado que no es lo mismo trasladar a
un paciente crítico con síntomas de insuficiencia cardiaca, que a otro con
síntomas de una insuficiencia respiratoria o un politraumatizado por poner
algunos ejemplos.
La
colocación del paciente variará según su situación clínica, eligiendo la
posición más favorable
•
Decúbito supino con tronco incorporado (90º), en casos de insuficiencia
respiratoria.
•
Decúbito supino con piernas elevadas (Trendelenburg), en casos de hipotensión y
shock
•
Decúbito supino con piernas en un plano inferior al de la cabeza
(antitrendelenburg), si se sospecha hipertensión intracraneal y en casos de
T.C.E.
•
Decúbito supino con tronco semiincorporado (45º) en paciente sin las
alteraciones
clínicas
vistas en los demás apartados, -paciente standard-
•
Decúbito lateral izquierdo, en gestantes a partir del 6º mes
•
Decúbito supino puro, sin almohadas ni elevaciones, en todo paciente
traumatizado
•
Sentado en pacientes con disnea de origen cardiaco (I.C. ó E.A.P)
•
Decúbito lateral en posición de seguridad, en pacientes con bajo nivel de
conciencia, o con presencia de vómitos continuos.
•
Decúbito supino con colocación de una almohada o similar bajo las rodillas, en
casos de sintomatología abdominal.
Una
vez que tengamos al paciente en su posición ideal para realizar el traslado
dentro del habitáculo de la ambulancia comprobaremos rigurosamente, paso a paso
cada uno de los accesorios que tenga el mismo con objeto de asegurar y fijar
todos aquellos elementos ajenos al paciente y que pueden movilizarse durante la
marcha:
•
Fijar la camilla en su rail correspondiente.
•
Fijar los equipos de infusión y fluidoterapia en los soportes correspondientes,
verificando su permeabilidad
•
Colocar los equipos de monitorización y ventilación en sus soportes
correspondientes, bien sujetos y siempre a la vista.
•
Comprobar permeabilidad y estabilidad de tubo endotraqueal (si hubiera), asegurándonos
de su sujeción y de la conexión a la fuente de oxígeno, comprobando al mismo
tiempo el funcionamiento de la bombona de oxígeno así como de su capacidad
BIBLIOGRAFÍA
1.
Márquez Flores, García Torres y Chaves Vinagre. Capítulo 24 . Principios de urgencias,
emergencias y Cuidados Críticos. SAMIUC. Editorial Alhulia. 1999.
2.
EPES – 061. Protocolos de urgencia y emergencia mas frecuentes en el adulto. Capítulo
24. Diciembre 1999.
3.
Perez L, Klofas E, Wise L. Oxygenation/ventilation of transported intubated
adult patients: a national survey of organizational practices. Air Med J. 2000
AprJun;19(2):55-8
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