martes, 2 de marzo de 2021

Modulo 1 Transporte de cuidados criticos

 









DIPLOMADO: AEROMEDICINA Y TRANSPORTE DE CUIDADOS CRITICOS

 

ESTUDIANTE:

Jorge Luis Marcial Gaona

 

 

PROFESOR TITULAR:

Lic. Jaime Charfen Hinojosa

 

 

TEMA:

Modulo 1: Introducción a los transportes de cuidados críticos

 

GENERACION:

IX

 

 

02/ Febrero/ 2021

 

 

INTRODUCCION:

 

El concepto de ambulancia ha evolucionado con el tiempo. Clásicamente se define como un vehículo destinado al traslado de enfermos y heridos. El nombre es de origen francés (1800-1810).

También se afirma que el término fue acuñado por los Reyes Católicos de España, Fernando e Isabel a finales del siglo XV y a ellos se le atribuye también la introducción de las ambulancias y hospitales de campaña.

El término ambulancia aérea aplicado al traslado de pacientes en un vehículo aéreo fue utilizado por primera vez por el visionario novelista francés Julio Verne (Robur El Conquistador). Pero cualquiera que sea la procedencia del término, la historia de la ambulancia se remonta a los tiempos bíblicos. En los siglos siguientes se utilizaron hamacas, carros con hamacas y caballos con literas; hasta aquí, la ambulancia cumplía únicamente con el propósito original de trasladar los enfermos al hospital

Los primeros servicios de ambulancia para la atención de la población civil se iniciaron en 1865 en Cincinnati y en 1869 en Nueva York en vehículos tirados por caballos. La primera ambulancia motorizada se utilizó por primera vez en 1899, se trataba de un vehículo muy pesado que avanzaba a la velocidad de unos 20 km por hora. Los primeros traslados de combatientes por aire se hicieron a través de globos aerostáticos durante el sitio de París por los prusianos en 1870.

 

AMBULANCIA TERRESTRE

Se conoce como ambulancia a un tipo de vehículo que tiene como propósito el transporte de personas enfermas o heridas, desde o entre algún tipo de centro hospitalario, lugar en el cual se le administrara ayuda profesional.

Sin embargo, también se pueden dar casos, en los que el propósito de dicho vehículo se encuentre enfocado únicamente para brindar atención en sitio al paciente, sin que éste tenga la necesidad de ser trasladado a un hospital, ejemplo de ello es cuando durante alguna emergencia se aplican tratamientos paramédicos de medicina pre hospitalario.

El desarrollo tecnológico permite contar con recursos cada vez más avanzados para el cuidado del paciente en estado crítico. A diferencia de épocas anteriores, la ambulancia moderna debe ser un vehículo dotado con los elementos necesarios para proveer de manera eficiente la asistencia prehospitalaria que el paciente requiere para mantener su estado de salud hasta el acceso a un centro asistencial.

 

 

TIPOS DE OPERACIONES:

Trasporte primario: Es el traslado que se realiza desde el sitio de ocurrencia del evento hasta un centro de atención inicial. Este es el que implica directamente a la atención prehospitalaria.

Trasporte secundario: Es el traslado que se realiza desde un centro asistencial hasta otro centro o sitio, con el fin de completar el proceso de atención definitiva. Este aplica a la atención prehospitalaria.  

 

TIPOS DE AMBULANCIAS

Ambulancia básica: Unidad de intervención con equipo específico de respuesta inicial tripulada por auxiliar de enfermería o técnico en atención prehospitalaria. Debe tener una camilla principal con sistema de anclaje, camilla secundaria, tabla espinal corta, tabla espinal larga, camilla tipo cuchara, millar o camilla de vacío, silla de ruedas, sistema de oxígeno con capacidad total de almacenamiento de 6 metros cúbicos, equipo de radiocomunicaciones, sistema sonoro de alerta vial adicional al pito o bocina.

Ambulancia medicalizada: Unidad de intervención con equipo avanzado tripulada por médico entrenado, enfermera, auxiliar o tecnólogo en atención prehospitalaria. Debe contener lo de la ambulancia básica más laringoscopios adultos y pediátricos con hojas rectas y curvas, respirador o ventilador de transporte, volumen, presión o mixtos con dos circuitos respiratorios estériles, monitor de electrocardiografía con desfibrilador portátil, oxímetro, sistema electrónico de control de infusión y glucómetro.

Ambulancia de traslado neonatal: Tendría lo mismo de la medicalizada adicionando la cámara de Hood neonatal o incubadora portátil.

Las ambulancias terrestres en cualquiera de sus niveles de complejidad de atención son consideradas vehículos de emergencia y se rigen por el Código Nacional de Tránsito y los artículos que los protegen, les brindan prioridad y cuidado especial por parte de la ciudadanía.  

VENTAJAS AMBULACIA TERRESTRE:

La principal ventaja de la ambulancia terrestre es su rápida disponibilidad en el medio hospitalario, la capacidad de ofrecer un servicio directo desde un hospital hasta otro sin necesidad de cambios intermedios, el poder utilizarse con casi todas las condiciones climáticas y su bajo coste y mantenimiento.

DESVENTAJA:

La principal desventaja sería el tiempo de traslado de algún lugar remoto o alejado del centro especializado para el paciente, esto es por es peso, distancia, tipo de paciente al que se está transportando.

 


AMBULACIA AEREA

Se trata de una aeronave puede ser ala fija (avión) o ala rotativa (helicóptero) que esta equipado para proveer servicios de ambulancia, tales como traslado de pacientes en estado crítico, traslados interhospitalarios, traslado de órganos etc. Su tripulación es personal capacitado en aeromedicina, así como en aeronáutica.

VENTAJAS:

La principal ventaja es la rapidez con la que el paciente se traslada de un punto a otro, esto sin preocuparse por trafico pesado o tipo de carretera además, la mayoría de ambulancias aéreas están conformadas con el equipo necesario para brindarle un traslado y atención adecuado al paciente.

DESVENTAJAS:

El traslado aéreo se puede ver afectado por diversos factores, donde los principales son: El costo económico que se requiere para mantener la aeronave, las condiciones meteorológicas de la zona donde se requiere la aeronave, la geografía, ya que esto puede alterar la fisiología o fisiopatología del paciente en específico.


                                 FISIOPATOLOGIA DEL TRANSPORTE SANITARIO

La primera consideración a tener en cuenta durante el TS, ya sea primario ó programado (secundario y terciario), es el fuerte impacto psicológico que supone para el paciente consciente. Este impacto se minimiza informando al paramédico, sí es posible, y a familiares o acompañantes sobre las actividades terapéuticas que se llevaran a cabo, él por qué del traslado, las dificultades del mismo, el tiempo aproximado de llegada y el lugar de destino.

 

CINETOSIS.

Su causa es una gran sensibilidad a los estímulos en el laberinto del oído interno, aumentada por los movimientos en dos o más direcciones de forma simultánea. Afecta o puede afectar a pacientes conscientes y al personal sanitario. Para paliar en lo posible sus efectos:

• Evitar, siempre que se pueda, las carreteras en mal estado y con muchas curvas, realizando una conducción prudente y regular.

• Algunos autores propugnan administrar Dimenhidrinato u otros sedantes vestibulares al personal afectado por cinetosis y a los pacientes conscientes

 

GRAVEDAD. ACELERACION DESACELERACION.

Los cambios de velocidad durante el TS, tanto aumentos (aceleración) como disminuciones (desaceleración) de la misma, ocasionan cambios fisiológicos en el organismo que determinan una respuesta, consistente en el desarrollo de fuerzas de inercia proporcionales a la masa del cuerpo.

Las aceleraciones-desaceleraciones provocan desplazamientos de líquidos y masas dentro del organismo. Estos desplazamientos son captados por receptores orgánicos (propioceptivos, baroreceptores, receptores del laberinto) provocando respuestas que pueden ir desde alteraciones en la presión intracraneal, descenso en la tensión arterial y aumento en la frecuencia cardiaca, hasta malestar general y cuadros vágales.

• Evitar en lo posible, aceleraciones-desaceleraciones bruscas realizando una

conducción regular y prudente.

• La posición del paciente variará según el tipo de traslado: o traslado terrestre. Paciente en decúbito-supino con la cabeza en el sentido de la dirección de marcha. o traslado aéreo. En posición transversal o en el sentido contrario a la dirección de la marcha.

• Correcto anclaje de la camilla al vehículo y del paciente en la camilla, utilizando incluso el colchón de vacío para su perfecta inmovilización.

• Utilización de cinturones de seguridad por el personal acompañante.


RUIDO.

Según el tipo de traslado utilizado, la fuente de ruidos y su nivel de intensidad variará. Así en el transporte terrestre el ruido es originado principalmente por las sirenas de las ambulancias; aunque también hay que tener en cuenta el procedente del tráfico de las carreteras, el material electro médico almacenado y el propio ruido del vehículo. En el transporte aéreo, especialmente en los helicópteros, el nivel de ruidos es muy alto, de hasta 110 db.

De lo expuesto podemos concluir:

• Utilizar, sólo si es imprescindible, las sirenas de las ambulancias.

• El ruido puede impedir realizar determinadas actividades como la auscultación del paciente, la toma de tensión arterial, la escucha de alarmas sonoras, etc. por lo que es conveniente instalar medios de diagnóstico digitalizados (T.A., PO2,).

• Teniendo en cuenta que niveles de ruido de 70 db. provocan alteraciones del sueño en adultos, y cambios en la frecuencia cardiaca y vasoconstricción periférica en el neonato


VIBRACIONES.

La vibración es una forma alternante y repetitiva de movimiento. Constituye una forma de energía transmisible al ser humano que puede ser causa de efectos adversos e incluso llegar a ser peligrosas a frecuencias altas (14-18 Hz.). Difícilmente se alcanzan este tipo de frecuencias en ningún tipo de traslado.

Las vibraciones se pueden reducir de las siguientes formas:

• Vehículos de traslado en perfecto estado mecánico.

• Suspensión adecuada y en perfecto estado.

• Utilización de camillas flotantes.

• Inmovilización del paciente con colchón de vacío.


TEMPERATURA.

La hipotermia e hipertermia provocan alteraciones fisiológicas en el organismo. La hipotermia, a la que es especialmente sensible el paciente traumatizado expuesto al aire ambiente, puede provocar desde escalofríos hasta colapso vascular. La hipertermia provoca vasodilatación periférica y alteraciones metabólicas por aumento de la sudoración.

Todo esto se puede evitar:

• Sistema de acondicionamiento de aire en el vehículo de traslado.

• Uso de mantas térmicas.

• Evitar, en lo posible, la exposición de los vehículos de traslado al frío o al calor

 

TURBULENCIAS.  

Son provocadas por el aire que atraviesa el vehículo de traslado aéreo. Origina sacudidas bruscas que pueden ser fuente de errores de monitorización y malfuncionamiento; además de convertir al paciente, personal acompañante y materiales en verdaderos proyectiles. Todo ello se evita con un buen sistema de fijación que mantenga sujetos a personas y material


ALTURA.

Disminución de la presión parcial de oxígeno y descenso de la presión atmosférica determina los efectos fundamentales que la altura provoca en el que vuela. Los helicópteros suelen volar por debajo de alturas a las que se producen alteraciones significativas como consecuencia de la disminución de la presión parcial de oxígeno o del descenso de la presión ambiental.

La HIPOXEMIA es el mayor reto de cualquiera que vuela. Los efectos fisiológicos de ésta se producen a partir de los 1000 m. Entre ellos destaca el aumento del gasto cardiaco e hiperventilación refleja, alcalosis respiratoria, tetania e inconsciencia. Así, pacientes con Insuficiencia respiratoria o cardiaca, Hipovolemia, Anemia, Shock, etc. Se pueden desestabilizar. Como medida fundamental modificaremos la Fi O2 monitorizando la presión parcial de O2 mediante pulsioximetría.

Sobre el material se producen cambios de diferente naturaleza:

• Aumento de presión en sistemas de neumotaponamiento, sondajes y tubos endotraqueales; por lo que se aconseja hincharlos con suero fisiológico y no con aire.

• Disminuye el ritmo de perfusión de sueros, por lo que es conveniente la utilización de bombas de infusión.

 • Disminución de la consistencia de los sistemas de vacío, por lo que habrá que controlar la dureza de forma periódica.

• Aumento de la consistencia de los sistemas de hinchado, desaconsejándose su uso.

• Los sistemas de aspiración continua, como el Pleur-Evac, se pueden afectar, por lo que habrá de conectarlos a baja presión.

 

VALORACIÓN GENERAL

Como es obvio, el paciente crítico puede serlo por muy diversos motivos, pensemos en un politraumatizado, un I.A.M., abdomen agudo y un largo etcétera, por lo que en un primer tiempo nos interesará conocer el estado general del paciente, la patología que presenta y el soporte asistencial y necesidades de monitorización que preveamos va a necesitar para ejecutar el traslado.

 Por todo ello necesitaremos una rápida valoración de las funciones vitales, así como su preservación o restitución, tal y como se nos enseña en otro apartado del presente libro (R.C.P. avanzada). A modo de recordatorio y redundando en el tema, seguiremos los siguientes pasos:

 • A. Vía aérea con o sin control de la columna cervical, según el caso.

• B. Control de la ventilación y respiración

• C. Control de las hemorragias y soporte circulatorio.

• D. Examen neurológico

• E. Exposición del paciente con prevención de hipotermia si fuese necesario.

 

CUIDADOS DURANTE EL TRANSPORTE. TRANSFERENCIA AL HOSPITAL.

Esta fase comienza cuando se tiene al paciente de forma estable para realizar el viaje hacia el centro hospitalario donde vayamos a hacer la transferencia, por lo que iniciamos la movilización hacia el habitáculo de la ambulancia siendo realizada siempre bajo la estricta supervisión de personal cualificado y experto, que decidirá en cada una de las situaciones la forma ideal de colocación del paciente.

La posición será dependiendo de su situación clínica, dado que no es lo mismo trasladar a un paciente crítico con síntomas de insuficiencia cardiaca, que a otro con síntomas de una insuficiencia respiratoria o un politraumatizado por poner algunos ejemplos.

La colocación del paciente variará según su situación clínica, eligiendo la posición más favorable

• Decúbito supino con tronco incorporado (90º), en casos de insuficiencia respiratoria.

• Decúbito supino con piernas elevadas (Trendelenburg), en casos de hipotensión y shock

• Decúbito supino con piernas en un plano inferior al de la cabeza (antitrendelenburg), si se sospecha hipertensión intracraneal y en casos de T.C.E.

• Decúbito supino con tronco semiincorporado (45º) en paciente sin las alteraciones

clínicas vistas en los demás apartados, -paciente standard-

• Decúbito lateral izquierdo, en gestantes a partir del 6º mes

• Decúbito supino puro, sin almohadas ni elevaciones, en todo paciente traumatizado

• Sentado en pacientes con disnea de origen cardiaco (I.C. ó E.A.P)

• Decúbito lateral en posición de seguridad, en pacientes con bajo nivel de conciencia, o con presencia de vómitos continuos.

• Decúbito supino con colocación de una almohada o similar bajo las rodillas, en casos de sintomatología abdominal.

Una vez que tengamos al paciente en su posición ideal para realizar el traslado dentro del habitáculo de la ambulancia comprobaremos rigurosamente, paso a paso cada uno de los accesorios que tenga el mismo con objeto de asegurar y fijar todos aquellos elementos ajenos al paciente y que pueden movilizarse durante la marcha:

• Fijar la camilla en su rail correspondiente.

• Fijar los equipos de infusión y fluidoterapia en los soportes correspondientes, verificando su permeabilidad

• Colocar los equipos de monitorización y ventilación en sus soportes correspondientes, bien sujetos y siempre a la vista.

• Comprobar permeabilidad y estabilidad de tubo endotraqueal (si hubiera), asegurándonos de su sujeción y de la conexión a la fuente de oxígeno, comprobando al mismo tiempo el funcionamiento de la bombona de oxígeno así como de su capacidad

 

BIBLIOGRAFÍA

1. Márquez Flores, García Torres y Chaves Vinagre. Capítulo 24 . Principios de urgencias, emergencias y Cuidados Críticos. SAMIUC. Editorial Alhulia. 1999.

2. EPES – 061. Protocolos de urgencia y emergencia mas frecuentes en el adulto. Capítulo 24. Diciembre 1999.

3. Perez L, Klofas E, Wise L. Oxygenation/ventilation of transported intubated adult patients: a national survey of organizational practices. Air Med J. 2000 AprJun;19(2):55-8

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