lunes, 26 de julio de 2021

Monitorizacion hemodinamica

 MONITORIZACION HEMODINAMICA


 

CICLO CARDIACO 

Definición: Son los fenómenos cardíacos que se producen desde el comienzo de un latido cardíaco hasta el comienzo del siguiente. 

Inicia con el potencial de acción que se origina en el nodo Sinoauricular, donde posteriormente pasará al nodo Atrioventricular. Es importante destacar el retraso que existe en este último, que es más de 0.1 s, ya que de esta forma es posible la contracción total previa de las aurículas. 

Aurículas: funcionan como bomba de cebado para los ventrículos y éstos a su vez, proporcionan la principal fuente para distribuir la sangre al organismo. 

 


Precarga: Es la presión telediastólica cuando el ventrículo ya se ha llenado. Es el grado de estiramiento o tensión de la fibra cardíaca antes de contraerse. A mayor volumen se estiran más las fibras, llevando a bombear la sangre con más fuerza. 

Poscarga: es la presión de la aorta que sale del ventrículo. Es la carga contra la cual el ventrículo tiene que bombear la sangre. Es una fuerza que se opone a la salida de la sangre. Tiene relación con la resistencia periférica total, a mayor resistencia mayor dificultad de bombear la sangre.

PRESION ARTERIAL MEDIA

La presión arterial media (PAM) que es definida como el promedio de la presión en las arterias durante un ciclo cardíaco. Se considera que este parámetro refleja mejor que la presión sistólica la perfusión que reciben los diferentes órganos. Se considera que una PAM mayor a 60 mmHg es suficiente para mantener los órganos de la persona promedio bien perfundidos. Si la PAM cae de este valor por un tiempo considerable, el órgano blanco no recibirá el suficiente riego sanguíneo y se volverá isquémico.

La presión arterial media (PAM) está determinada por el gasto cardiáco (GC), la resistencia vascular periférica (RVP) y la presión venosa central (PVC). La fórmula que relaciona estos conceptos es: 

PAM = (GC x RVP) + PVC 

Dado que la PVC es aproximádamente 0, la fórmula queda: 

PAM ≈ (GC x RVP) 

Así se puede ver que cambios en el gasto cardiaco o en la resistencia vascular periférica afectan la PAM. Si se aumenta el GC o la RVP aumenta la PAM. 

“Técnica para la medición de la presión arterial”, se basa en la auscultación de sonidos (ruidos de Korotkoff) que se generan en las arterias periféricas (normalmente la arteria radial) por el flujo de la sangre al pasar por la arteria cuando se coloca un brazalete que comprime dicha arteria. Los ruidos de Korotkoff, fueron descritos desde 1905 y se describieron 5 fases. 

En resumen: • Cuando el brazalete alrededor del brazo se infla con una presión mayor a la presión sistólica no se escucha nada debido a que se ocluye la arteria evitando el flujo. Conforme va disminuyendo la presión y se permite gradualmente un mayor paso de sangre a través de la zona de oclusión se pueden observar las siguientes fases: 

• Primera: es un sonido más fuerte y agudo, el primero en escucharse cuando la presión sistólica es mayor que la presión del brazalete. 

• Segunda: son murmullos oídos en la mayor parte del tiempo entre la primera y última fases (entre los valores de las presiones sistólicas y diastólicas). 

• Tercera y Cuarta fases: se oyen en presiones aproximadamente de 10 mmHg por arriba de la presión sanguínea diastólica, descritos ambos como "golpeando pesadamente" y "amortiguados". 

• Quinta fase: es el silencio que se oye a medida que la presión del brazalete cae debajo de la presión sanguínea diastólica. Aunque tradicionalmente se tomaba para determinar la presión diastólica el punto en que el cuarto ruido se escucha muy tenuemente, actualmente se prefiere usar la quinta fase (silencio) para determinar el valor de la presión diastólica. 


BALON DE CONTRAPULSACION AORTICO

El balón intraaórtico de contrapulsación (BIACP) es el dispositivo de asistencia de corta duración más utilizado en la actualidad debido a su fácil manejo y funcionamiento, así como a sus excelentes resultados. La asistencia mecánica circulatoria debe comenzar por los dispositivos más simples, progresando hacia los más complejos según la respuesta del paciente. El mecanismo básico por el cual ejerce su efecto consiste en un desplazamiento de volúmenes mediante el cual se ejerce un descenso de la poscarga del ventrículo izquierdo (VI), con la resultante disminución del trabajo cardíaco, del consumo de oxígeno del miocardio y, por lo tanto, en un aumento de la presión diastólica que va a mejorar la perfusión coronaria a nivel proximal y la perfusión periférica a nivel distal.
Colocación del dispositivo

El BIACP consiste en una membrana de poliuretano en el extremo distal de un catéter de doble luz cuyo grosor oscila entre 8–9,5 F y una consola con una bomba que se encarga de la inserción de gas en el balón. Antes de la inserción es importante asegurarse de elegir el tamaño adecuado para el paciente. Las distintas compañías que lo comercializan disponen de recomendaciones según la talla del paciente. Asimismo, una vez inflado, el tamaño del balón no debe exceder del 80–90% del diámetro de la aorta descendente. Actualmente, el catéter se inserta por vía percutánea en la arteria femoral, aunque también se ha descrito su inserción percutánea a través de la arteria braquial.

El punto de comienzo de inflado y de desinflado del balón se controla mediante la consola, que asimismo proporciona el gas necesario para que dicho balón funcione correctamente (helio o dióxido de carbono). La consola sincroniza los tiempos de inflado y desinflado con el ciclo cardíaco mediante el registro del electrocardiograma (ECG) o mediante la onda de presión arterial. El momento de hinchado debe coincidir con el final de la diástole (controlado mediante el ECG en el pico de la onda T), que es el momento en el que la válvula aórtica se cierra. 

Utilización del balón intraaórtico de contrapulsación en cirugía cardíaca

Durante el periodo perioperatorio el BIACP se recomienda en pacientes con alto riesgo quirúrgico, ya que su utilización disminuye la mortalidad en estos pacientes, y diferentes estudios han mostrado que su uso profiláctico presenta tasas superiores de éxito frente a su utilización en el fracaso de salida de circulación extracorpórea (CEC)13.

Preoperatorio

El empleo preoperatorio preventivo o profiláctico del dispositivo se recomienda en las siguientes circunstancias:

  • Indicación clase I (nivel de evidencia A):

    • Lesión grave del tronco de la coronaria izquierda.

    • Disfunción ventricular grave (FE<30%).

    • Reintervención de pacientes coronarios.

    • Anatomía coronaria desfavorable.

    • Angina inestable.

Recomendaciones del empleo de balón intraaórtico de contrapulsación en angina e infartoAngina inestable

La utilización del BIACP en la angina inestable se basa en el incremento de la perfusión coronaria (mayor oferta de oxígeno), con reducción del trabajo cardíaco (menor demanda). El BIACP contribuye de forma muy eficaz a estabilizar a los pacientes, si bien la mayoría de los estudios son previos al empleo de heparinas e inhibidores IIb-IIIa.

Infarto de miocardio

El BIACP permite aumentar la perfusión coronaria y el volumen minuto sin aumentar el trabajo cardíaco. Sin embargo debe ir seguido de revascularización para mejorar la supervivencia.

Tratamiento trombolítico

El uso asociado de balón y tratamiento fibrinolítico ha mostrado efectos beneficiosos (aumento de la permeabilidad) sin aumento de las complicaciones (hemorragia), basado en el aumento diastólico del flujo coronario, la reducción en la formación de trombos, efectos beneficiosos sobre el endotelio arterial, así como cierta mejoría en la circulación colateral.

Por lo tanto, las indicaciones de BIACP en angina e infarto vendrían recogidas de la siguiente manera:

  • Indicación clase I:

    • Shock cardiogénico durante el infarto agudo como medida de estabilización para posterior revascularización (A).

    • Complicaciones mecánicas del infarto con descompensación hemodinámica; insuficiencia mitral y comunicación interventricular (A).

    • Asociado a tratamiento fibrinolítico (A).

    • Angina refractaria a tratamiento médico (B).

























































































































jueves, 15 de julio de 2021

Emergencias cardiovasculares

 EMERGENCIAS CARDIOVASCULARES 




Las enfermedades y afecciones cardiovasculares suponen un 10% de todas las emergencias que se presentan en los servicios de atención primaria, siendo cada vez más representativo este índice debido a las costumbres de la población actual como lo son, por ejemplo, la malnutrición y el sedentarismo, entre otras. 

ANGINA DE PECHO 

Se denomina angina de pecho al síndrome ocasionado por isquemia miocárdica y que está caracterizado por episodios de dolor o sensación de opresión precordial, desencadenado principalmente por el esfuerzo y aliviado por el reposo o la administración sublingual de nitroglicerina.

La Angina de Pecho (AP) es, junto con el Iinfarto de miocardio, un tipo de Cardiopatía Isquémica (CI), es decir, una enfermedad

provocada por el deterioro y la obstrucción de las arterias del corazón (arteriosclerosis coronaria). Se produce debido a la acumulación de placas de colesterol, lípidos (grasas) y células inflamatorias en las paredes de estas arterias, provocando que el corazón no reciba sangre suficiente.
del deterioro de las arterias del corazón con el paso de los años. No provoca un daño permanente en el corazón. 

La AP, a diferencia del Infarto de Miocardio, aparece de forma progresiva, debido a la obstrucción parcial del riego sanguíneo, fruto. 


Angina de pecho estable

El dolor en el pecho aparece durante el ejercicio físico y puede extenderse a otras zonas del cuerpo (mandíbula,
hombro, garganta, espalda, brazo o muñeca izquierdos). El dolor desaparece en reposo o con medicación.


Angina de pecho inestable

El dolor en el pecho aparece en reposo y es de mayor duración, que en el caso de la Angina de Pecho estable.
Puede extenderse a los brazos, cuello, espalda y mandíbula. En la mayoría de casos, ni el reposo ni la medicación
alivian el dolor, que tiende a ir en aumento. Debe ser tratada urgentemente, ya que puede provocar
un INFARTO DE MIOCARDIO o Muerte Súbita. 


CAUSAS DE LA ANGINA DE PECHO 

  • - Obstrucción parcial en las arterias (arteriosclerosis) que suministran sangre al corazón (arterias coronarias).
  • - Estrechamiento de la válvula aórtica (estenosis aórtica). Provoca que se obstruya el flujo sanguíneo desde el ventrículo izquierdo hacia la arteria aorta.
  • - Anemia severa
  • - Aumento de actividad de la glándula tiroides (Hipertiroidismo).
  • - Acumulación de factores de riesgo, como la edad avanzada, el sexo (más frecuente en hombres que en mujeres), tensión arterial alta,diabetes, hipercolesterolemia, vida sedentaria y consumo de alcohol y tabaco.

SINDROME CORONARIO AGUDO 

El síndrome coronario agudo (SCA) comprende un conjunto de entidades producidas por la erosión o rotura de una placa de ateroma, que determina la formación de un trombo intracoronario, causando una angina inestable (AI), infarto agudo de miocardio (IAM) o muerte súbita, según la cantidad y duración del trombo, la existencia de circulación colateral y la presencia de vasoespasmo en el momento de la rotura. 

La clínica producida por los distintos SCA es muy similar y para diferenciar unos de otros debemos realizar de forma precoz un electrocardiograma que nos permitirá dividir a los pacientes afectos de SCA en dos grupos: 
— Con elevación del segmento ST (SCACEST). 
— Sin elevación del segmento ST (SCASEST). 

Dependiendo de la elevación o no de marcadores de necrosis miocárdica hablaremos de infarto propiamente dicho o bien de angina inestable. A su vez los infartos pueden o no presentar onda Q de necrosis residual, quedando, por lo tanto, la clasificación como sigue: 

SCACEST: - IAM Q sobre todo / IAM no Q menos frecuente. 
SCASEST: - IAM no Q sobre todo / IAM Q menos frecuente.

Diagnóstico 

El diagnóstico se basa en tres aspectos clave: la historia clínica, las alteraciones electrocardiográficas y las alteraciones enzimáticas. En la historia clínica deben recogerse los principales factores de riesgo (HTA, dislipemia, diabetes, obesidad, tabaco, antecedentes de cardiopatía isquémica previa, etc.) y si existen antecedentes familiares de cardiopatía isquémica. La hipertensión arterial es el factor de riesgo cardiovascular más frecuente en los ancianos, la padecen hasta el 60% de individuos mayores de 65 años y se asocia a un incremento en la incidencia de cardiopatía isquémica.

La hipercolesterolemia parece aumentar la mortalidad por cardiopatía isquémica hasta los 80 años, pero su efecto no es evidente posteriormente. La hipertrigliceridemia también ha sido implicada en la cardiopatía isquémica del anciano. La prevalencia de diabetes mellitus de tipo 2 aumenta con la edad y se asocia a un incremento en el riesgo de CI (cardiopatía isquémica) en la edad avanzada.

Tratamiento del SCA 

Medidas iniciales 

— Monitorizar y situar al paciente cerca de un desfibrilador, mantener al paciente en reposo y en un área con estrecha vigilancia clínica. 
— Canalizar vía venosa. 
— Comenzar tratamiento con AAS (ácido acetilsalicílico) (162-300 mg). 
— O2 en toda crisis anginosa, si existen datos de
congestión pulmonar o la saturación de O2 es
< 90%.
— Completar la historia clínica, preguntando las
posibles contraindicaciones de tratamiento fibrinolítico en los casos de SCACEST y detallando
el resto de patologías concomitantes, enfermedades crónicas y capacidad funcional del
anciano para poder establecer un plan terapéutico completo, adecuado o no a las guías clínicas generales, según los casos.
— Exploración física incluyendo siempre tensión
arterial, frecuencia cardíaca, signos de hipoperfusión, insuficiencia cardíaca o shock.
— En la historia del enfermo debe quedar claro el
grado de riesgo y si se trata de un paciente
subsidiario de medidas de reanimación cardiopulmonar o no.

Bloqueos Aurículo-ventriculares ( A-V ) y de los trastornos de conducción intraventricular. 


Los bloqueos A-V traducen un trastorno en la conducción de los impulsos entre aurículas y ventrículos. La electrografía del haz de His permite precisar el nivel en que ocurren los trastornos de la conducción auriculo-ventricular. Gracias a esta técnica se ha podido demostrar que los bloqueos auriculo-ventriculares pueden asentarse en cualquier nivel del sistema excito-conductor. 

La calidad de los marcapasos subsidiarios en los casos de bloqueo auriculo-ventricular de alto grado está determinada por el nivel del bloqueo, lo que tiene clara significación pronóstica, y de ahí la importancia de ubicar la zona de bloqueo. 

A. Bloqueos aurículo-ventriculares de primer grado. 

Se observa un intervalo PR prolongado en el electrocardiograma ( > 0.2 seg) y todas las ondas P son seguidas de un QRS. Clínicamente es posible encontrar en estos casos un apagamiento del primer ruido. 



B. Bloqueos aurículo-ventriculares de segundo grado. 

Un bloqueo AV de segundo grado implica que algunos impulsos supraventriculares no depolarizan los ventrículos. Los bloqueos de segundo grado se clasifican de acuerdo al electrocardiograma de superficie en dos tipos: Tipo I o Wenckebach y Tipo II o Mobitz II.

C. Tipo I o Wenckebach: 

Se caracteriza por un alargamiento progresivo del intervalo PR hasta que un impulso auricular no depolariza los ventrículos apareciendo una pausa. 

Si bien los bloqueos de Wenckebach pueden localizarse en cualquier zona del sistema excitoconductor, lo más frecuente es que ellos se deban a un trastorno de la conducción auriculo-ventricular a nivel nodal. 


D. Bloqueo auriculo-ventricular tipo II o Mobitz II : 

En estos casos la onda P bloqueada no ha sido precedida por alargamientos progresivos del PR en los ciclos precedentes. Los bloqueos de tipo Mobitz II, se localizan casi siempre distales al haz de His. 


E. Bloqueos aurículo-ventriculares completos. 

Se caracterizan por interrupción completa de la conducción A-V. Se pueden localizar en el nodo auriculo-ventricular o en el sistema His Purkinje. Pueden ser permanentes o intermitentes. 

Pueden alternar con bloqueos de menor grado o con ritmo normal. Al examen físico se encontrará un pulso arterial lento. El pulso venoso yugular muestra ondas "a" de amplitud variable, dependiendo del grado de apertura de la válvula tricúspide al momento de la contracción auricular. 

Cuando la contracción ocurre con la válvula cerrada, la onda “a” será de gran amplitud (onda “a” en cañón). Otra manifestación de la asincronia entre aurícula y ventrículo son los cambios de intensidad del primer ruido. 


Los bloqueos A-V completos con ritmo de escape lento o inestable producen diversos síntomas, en especial la llamada crisis de Stoke-Adams, que consiste en episodios de pérdida de conciencia súbita, acompañadas de palidez y ocasionalmente de relajación de esfínteres. Habitualmente los pacientes se recuperan en pocos minutos, sin secuelas neurológicas pero en ocasiones pueden determinar muerte súbita. 

Manejo: 

Existe consenso en que los bloqueos de primer grado no requieren terapia específica. Lo mismo ocurre en la mayoría de los bloqueos de Wenkebach. Por el contrario, en los casos de bloqueos tipo Mobitz II se sabe que progresan a bloqueo AV completo, son de mal pronóstico y requieren marcapaso definitivo. 


Los casos de bloqueos AV completos definitivos asociados a síntomas deben ser tratados con marcapaso definitivo independientemente del nivel del bloqueo. La misma recomendación es válida para los bloqueos intra o infrahisianos aun en ausencia de síntomas.  

ALETEO AURICULAR (FLUTER AURICULAR) 

El aleteo auricular o flutter auricular (AA) es una taquiarritmia supraventricular muy frecuente, cuyo mecanismo arritmogénico es un circuito de macrorreentrada auricular que requiere una barrera eléctrica anatómica o funcional alrededor de la cual circula el impulso eléctrico. 

La primera descripción de esta arritmia fue hecha en 1911 por Jolly y Ritchie, y posteriores controversias devinieron acerca de su mecanismo fisiopatológico y definición.1 Se presentan de forma paroxística o persistente, tienen tendencia a ser recurrentes y de difícil control de frecuencia ventricular. 

MANIFESTACIONES CLÍNICAS 

La forma de presentación más común son las palpitaciones. Estas pueden ser episódicas o persistentes. Dependiendo de la presencia de cardiopatía estructural con deterioro de la función sistólica de ventrículo izquierdo, pueden manifestarse con síntomas de bajo gasto cardíaco en función de la elevada respuesta ventricular. En este sentido, los pacientes suelen referir disnea, astenia, adinamia, oliguria, etc. También pueden tener como síntomas mareos, visión borrosa, presíncope, angor. 


DIAGNÓSTICO CLÍNICO 

La única herramienta útil para el diagnóstico clínico es el ECG. En presencia de una taquicardia con un ciclo auricular mayor a 250 lpm, con conducción ventricular variable o no (conducción AV 2:1 o Wenckebach), sin línea isoeléctrica entre las ondas auriculares, en presencia o ausencia de cardiopatía, el diagnóstico más probable es un AA. 

Las características ECG ayudarán a definir el tipo de circuito implicado dentro de la aurícula, de acuerdo con lo referido previamente. Muchas veces se pueden utilizar maniobras vagales, adenosina o ATP para aumentar el grado de bloqueo AV y permitir de esta manera una mejor observación de las ondas de aleteo.



































































































EMERGENCIAS PEDIATRICAS

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