miércoles, 6 de octubre de 2021

EMERGENCIAS OBSTETRICAS Y GINECOLOGICAS

 

 


Embarazo: Período que transcurre entre la concepción (fecundación de un óvulo por un espermatozoide) y el parto; durante este período el óvulo fecundado se desarrolla en el útero. En los seres humanos, el embarazo dura aproximadamente 288 días. También se llama gestación

INTRODUCCIÓN 

El embarazo normal representa una gran cantidad de cambios físicos y psicológicos para la mujer, todos estos cambios están enfocados en ajustarse y adaptarse a las exigencias que el desarrollo de un nuevo ser humano en el interior del cuerpo de la madre representa, dichos cambios ocurren de manera gradual, pero continua, a lo largo de todo el embarazo y desde luego están influenciados por múltiples factores como la edad de la mujer, los embarazos previos, su estado físico, nutricional, etc. Los cambios que se experimentan van desde cambios metabólicos y bioquímicos que pueden no ser evidentes, hasta cambios anatómicos macroscópicos evidentes, e incluso cambios conductuales y emocionales. 

CAMBIOS CARDIOVASCULARES 

Uno de los cambios mas significativos del embarazo ocurre a nivel cardiovascular, en particular el volumen sanguíneo se incrementa significativamente. Este aumento inicia alrededor de la semana 6 de gestación y alcanza un volumen que va desde aproximadamente 4,700 ml a 5,200 ml para la semana 32 de gestación. 

A nivel cardiaco existe un aumento del gasto cardiaco (el volumen de sangre que expulsa el ventrículo izquierdo en cada minuto), este incremento llega a ser de hasta 50% entre la semana 16 y 20 de embarazo (de 4.6 L/min hasta 8.7 L/min) y se debe a varios factores: el aumento del volumen plasmático que aumenta la precarga (retorno venoso), y por lo tanto el volumen de eyección del ventrículo izquierdo, esto aunado al incremento en la frecuencia cardiaca y a la reducción de las resistencias vasculares periféricas (poscarga), contribuyen al aumento del gasto cardiaco, lo cual será de vital importancia para mantener en niveles adecuados la circulación materna y la perfusión placentaria. 

CAMBIOS PULMONARES Y RESPIRATORIOS 

Los cambios respiratorios durante el embarazo pueden comenzar muy temprano, desde la 4ta semana de gestación se observa una dilatación de los capilares de la mucosa nasal, orofaríngea y laríngea, esta condición puede predisponer al desarrollo de epistaxis durante el embarazo que, en general es autolimitada.

Al inicio del embarazo, el volumen de reserva inspiratoria (volumen adicional que se puede inspirar por encima del volumen corriente = 3000 mL) se reduce, ya que el volumen corriente (volumen que se inspira y se espira en una ventilación tranquila y normal = 500 mL) aumenta; pero en el tercer trimestre este volumen de reserva aumenta, como resultado de la disminución de la capacidad residual funcional (volumen de reserva espiratorio + volumen residual = 2400 mL). 

  • Aumento de consumo de oxigeno 
  • 20% durante el embarazo 
  • 30% mayor en el embarazos múltiples 
  • 40 - 60% en el TDP. 
La ventilación aumenta debido al aumento de volumen tidal, el aumento de la demanda de oxigeno del feto da como resultado una reserva de oxigeno reducida para la madre. 

SISTEMA GASTROINTESTINAL 

El vaciado gástrico se retrasa y el tono del esfínter gastroesofágico se reduce, lo que hace que el reflujo gastroesofágico sea común. 

HEMORRGAGIAS: 
  • 1er Trimestre: Aborto, embarazo ectópico 
  • 2do Trimestre: DPPNI, placenta previa 
  • 3er Trimestre: Ruptura uterina, vasa previa. 
EMBARAZO ECTOPICO

El embarazo ectópico representa un embarazo que se desarrolla fuera de la cavidad uterina. Es un diagnóstico diferencial que debe considerarse siempre en toda mujer en edad fértil que se presenta con dolor abdominal. El cuadro clínico típico de sangrado transvaginal, amenorrea y dolor abdominal no siempre está presente por lo que el diagnóstico requiere de técnicas de imagen precisas que logren identificar la masa anexial.  

Tipos de embarazo ectópico: 

La trompa de Falopio es el sitio dominante en la mayoría de los casos de embarazo ectópico. 75-80% ocurren en la porción del ámpula, 10-15% ocurren en el istmo y cerca del 5% en la fimbria. 

  • El embarazo ectópico cervical es raro y representa solo 0.15% de todos los EP. 
  • El embarazo ectópico ovárico es una de las variantes más raras. La incidencia se estima en 0.15%-3%. 
  • El embarazo ectópico en una cicatriz de cesárea es otra forma rara de EP con una incidencia de 1:1800 embarazos. 
  • Un embarazo ectópico cornual se desarrolla en el cuerno rudimentario de un útero unicornado. Es una de las formas insólitas de EP. Este término es frecuentemente utilizado en la literatura médica como EP intersticial. El embarazo ectópico abdominal con 1.3% de los casos, se diagnostica con un rango de 1:10.000 nacimientos y es una forma seria y extremadamente rara de gestación extrauterina.  

Factores de riesgo 

Aunque la etiología del EP es multifactorial, hasta el 50% de las mujeres con EP no tienen riesgos identificables. Los mecanismos que subyacen al riesgo de implantación extrauterina siguen sin estar claros. Los mecanismos postulados incluyen: a) obstrucción anatómica, b) anormalidades en la motilidad tubaria o función ciliar. c) producto de la concepción anormal, y d) factores quimiotácticos que estimulan implantación tubaria. 

Factores de alto riesgo: 
La patología tubárica subyacente es probablemente la vía común para el embarazo ectópico inicial y subsecuente. Tener un EP se asocia con infertilidad futura. Para las mujeres que se embarazan, más del 25% tienen otro EP. Afortunadamente, aproximadamente 80% de los embarazos subsecuentes son intrauterinos. 

Factores de riesgo moderado: 
La infección por Chlamydia trachomatis o por Neisseria gonorrhoeae aumenta el riesgo de embarazo extrauterino 4 veces comparado con mujeres sin salpingitis. Cada episodio sucesivo aumenta el riesgo sustancialmente por el daño tubárico de la acción ciliar, obstrucción tubaria, y adherencias pélvicas. 

Factores de bajo riesgo: 
Los datos sobre factores de riesgo asociados con embarazo ectópico en mujeres sometidas a terapias de reproducción asistida (ART) son inconsistentes. Perkins et al identificaron 553.557 embarazos reportados entre el 2001 y 2011 al Sistema Nacional de Vigilancia de Técnicas de Reproducción Artificial (ART) de Estados Unidos, para evaluar las tendencias nacionales de la incidencia de embarazo ectópico entre los usuarios de tecnología de reproducción asistida e identificar los factores de riesgo asociados con el embarazo ectópico. 


PLACENTA PREVIA 

La placenta previa es una condición en la cual la placenta se encuentra implantada en el segmento uterino bajo, muy cerca del orificio cervical interno (OCI) o cubriendo el mismo ya sea de manera total o parcial, presentándose así por delante del polo líder fetal. 

Clasificación 
Tradicionalmente se ha categorizado en 4 tipos: 
  • completa (la placenta cubre enteramente el OCI), 
  • parcial (la placenta cubre una parte del OCI), 
  • marginal (borde placentario llega al OCI pero no lo cubre) 
  • implantación baja (borde placentario a menos de 2cm del OCI). Esto se mantuvo sin cambios hasta que la aplicación del ultrasonido en el diagnóstico de placenta previa fue ampliamente utilizado. 
Epidemiología 

Es una condición relativamente poco frecuente con una incidencia de 0,28 a 2% de todos los nacimientos, sin embargo cuyas cifras van en aumento. 

La incidencia anual de placenta previa en los Estados Unidos es de 2.8 a 4.8 por cada 1000 partos en embarazos únicos y de 3.9 por cada 1000 en embarazos múltiples,2,4,9 comparado con una prevalencia global de 5.2 por cada 1000 nacimientos. La mayor prevalencia se da en mujeres asiáticas en las cuales la prevalencia es de hasta 12.2 por cada 1000 nacimientos. 

Factores de Riesgo Los factores de riesgo asociados con placenta previa son edad materna avanzada, multiparidad, cesárea previa o cicatrices uterinas previas, aborto previo, tabaquismo materno, tratamientos de infertilidad y placenta previa anterior. La multiparidad y el número de cesáreas previas crean un efecto sinergista que incrementa el riesgo de presentar placenta previa. 

Manifestaciones Clínicas 

La placenta previa se presenta tradicionalmente como sangrado activo indoloro habitualmente sin actividad uterina cerca del final del 2do trimestre o durante el 3er trimestre.Debe ser sospechada en cualquier mujer que se presente con sangrado transvaginal después de las 20 semanas, particularmente sangrado indoloro o sangrado postcoital y una situación fetal anormal (transversa u oblicua). Clásicamente la ausencia de dolor y de contracciones uterinas eran considerados los hallazgos típicos que podían diferenciar esta condición de un desprendimiento de placenta normoinserta. 

Diagnóstico 

El screening para descartar placenta previa por medio de ultrasonido de rutina para definir la localización placentaria debe ser parte del examen del 2do trimestre. Dicho examen suele ser realizado entre las semanas 18 y 23, sin embargo algunos estudios proponen que la realización de dicho estudio al menos en la semana 20 reduce el número de falsos positivos y mejora la precisión del diagnóstico. 

Inicialmente el abordaje transabdominal fue usado con este propósito, sin embargo mostraba tasas de falsos positivos y falsos negativos de hasta un 10-25%. El advenimiento del US transvaginal llevó a una mejora diagnóstica significativa permitiendo la medición exacta del borde placentario al OCI. Hasta un 26-60% de las mujeres que se sometieron a un US transabdominal se vieron reclasificadas por su posición placentaria al realizarse un US transvaginal. 

Manejo

Históricamente se ha elegido el parto por cesárea para la placenta previa y podría incluso ser necesario para las placentas previas marginales pues el borde inferior de la placenta puede quedar descubierto conforme el cérvix dilata llevando a un sangrado vaginal profuso. Tradicionalmente, una distancia de 2cm o menos del OCI ha sido aceptada como el umbral para realizar una cesárea para prevenir la hemorragia obstétrica resultante de la proximidad de la placenta al cérvix. 

Si el borde placentario se encuentra a 1cm o menos del OCI la cesárea electiva se encuentra indicada pues el riesgo de hemorragia es alto.6 Así mismo, una cobertura del OCI de 2cm o más en cualquier momento del 3er trimestre es altamente predictivo de la necesidad de cesárea y en general, cualquier grado de cobertura del OCI después de las 35 semanas es indicación de cesárea.

Pronóstico 

La placenta previa es una de las causas principales de sangrado periparto. Puede causar morbilidad materna seria incluyendo hemorragia, adherencia placentaria anormal, septicemia, tromboflebitis, transfusión sanguínea masiva, histerectomía periparto de emergencia debido a sangrado incontrolado cuyo resultado obvio es la pérdida de fertilidad e incluso se asocia con mortalidad materna. Además, los embarazos complicados con placenta previa han mostrado ser más propensos a resultados adversos como mortalidad neonatal. Las tasas de mortalidad perinatal son 3 a 4 veces mayores que en embarazos normales. 


PREECLAMPSIA

La preeclampsia se define como cifras tensionales sostenidas por arriba de 140/90 asociado a proteinuria en embarazadas con edad gestacional mayor a 20 semanas. 

Siendo esta una de las patologías con mayor morbi mortalidad materna y perinatal es de gran importancia mantener dentro de los controles prenatales un adecuado seguimiento para documentar la presencia de factores de riesgo, signos y síntomas que nos conlleven a un posible diagnostico además criterios de severidad para evitar llegar a fases tan criticas como lo son el síndrome de HELLP o la Eclampsia entre otros. 

INTRODUCCION 

Las principales causas de defunciones maternas son las hemorragias postparto, las infecciones y los trastornos hipertensivos, ocupando estos últimos el 12 al 25% del total de las defunciones. Los trastornos hipertensivos del embarazo y en particular la preeclampsia son las principales causas de morbimortalidad materna y perinatal.  

Clasificación   
  • Hipertensión pregestacional: Aquella que está presente antes del embarazo o que aparece antes de la semana 20. 

  • Preeclampsia: Presión arterial por encima de 140/90mmHg asociado a proteinuria (más de 30 mg en muestra única o más de 300mg en muestra de 24 horas el cual es diagnóstico de elección) por encima de la semana 20 de gestación. 

  • Hipertensión crónica con preeclampsia sobreañadida: paciente hipertensa crónica que en algún momento del embarazo desarrolla preeclampsia y se define como: 
-  Hipertensa crónica que durante el embarazo desarrolla proteinuria. 

- Hipertensa crónica con proteinuria crónica que durante el embarazo aumenta más de 30mmHg la presión sistólica y más de 15mmHg la diastólica o aumenta por encima de 300mg de proteinuria. 

  • Eclampsia: situación potencialmente grave poco frecuente que incluye hipertensión o preeclampsia con convulsiones durante el embarazo. 

La preeclampsia es un síndrome multisistémico de severidad variable, específico del embarazo caracterizado por una reducción en la perfusión sistémica generada por vasoespasmo y activación de los sistemas de coagulación. Se presenta después de la semana 20 de gestación, durante el parto o en las dos semanas posteriores a este. 

La preeclampsia es una patología con una prevalencia a nivel mundial de 10% de los embarazos. Presenta una mayor incidencia en mujeres menores de 20 años y mayores de 35 años al momento del embarazo y de estas el 75% de los casos corresponden a pacientes primigestas. 

Anteriormente se clasificaba como preeclamsia leve, moderada y severa pero dentro de la nueva clasificación solamente se habla de preeclampsia con criterios de severidad o sin criterios de severidad.  Es una patología que en la mayoría de los casos es asintomática y ya cuando presenta síntomas presenta por lo general criterios de severidad por lo que es importante el control de la presión arterial dentro de los controles prenatales. 

Etiología 

Se han descrito muchos mecanismos patológicos para la aparición de la preeclampsia pero aun la etiología no está totalmente clara. El principal mecanismo descrito que la explica es la invasión trofoblástica anormal de los vasos uterinos. También se ha descrito la intolerancia inmunitaria entre tejidos maternos y fetoplacentarios, mala adaptación de la madre a cambios inflamatorios y cardiovasculares del embarazo normal e influencias genéticas. 

Fisiopatología 

Existe un defecto en la placentación y un fallo en la reorganización de las arterias espirales lo que conlleva a liberación de factores tóxicos circulantes con disfunción endotelial, vasoconstricción y estado de hipercoagulabilidad. Como resultado de este procedimiento se produce hipertensión arterial, lesión glomerular con proteinuria, trombocitopenia, hemolisis, isquemia hepática, isquemia de sistema nervioso central y por último eclampsia con convulsiones. 

Diagnóstico 

Dentro de los criterios para dar el diagnóstico de preeclampsia de encuentran: 
  • Embarazo mayor a las 20 semanas de gestación excepto en los casos de embarazo molar. 
  • Presión arterial mayor a 140/90mmHg en al menos dos tomas distintas con 6 horas de diferencia 
  • Proteinuria mayor o igual a 300mg/dl en 24 horas. 
Dentro de los criterios de severidad se encuentran: 
Presión arterial mayor a 160/110mmHg en al menos 2 tomas con al menos 4 horas diferencia más dos de los siguientes: 
  • Proteinuria mayor a 5g en orina de 24 horas.  
  • Creatinina sérica mayor a 1.2mg/dl. 
  • Dolor epigástrico o de hipocondrio derecho intenso y persistente. 
  • Trastornos visuales. Caracterizados principalmente por fosfenos o la presencia de tinnitus o acufenos.  
  • Cefalea.  
  • Edema pulmonar
  • Oliguria menor a 500ml en 24 horas

SÍNDROME DE HELLP 

Es una forma de preeclampsia severa con mayor gravedad la cual se describe por los siguientes signos clínicos: 
  • Plaquetas por debajo de 100 000.  
  • Transaminasas elevadas.  
  • Aumento de la LDH.  
  • Hiperbilirrubinemia (hemolisis). 
  • Hiperuricemia por fallo renal agudo 

Tratamiento 

Preeclampsia sin datos de severidad 

El objetivo ante una preeclampsia sin datos de severidad es mantener cifras tensionales en niveles cercanos a los normales con una presión sistólica entre 135 y 155 mmHg y una presión diastólica entre 80 y 105mmHg. 

Dentro de los tratamientos utilizados para este fin se encuentran: 
  • Metildopa en dosis de 250 a 500mg por día aunque se pueden utilizar inclusive dosis de hasta 2g cada día. Tratamiento de primera línea.  
  • Hidralazina en dosis de 60 a 200mg por día. Se usa principalmente en emergencias ya que el riesgo de hipotensión es muy elevado.  
  • Labetalol en dosis de 100 a 400mg pero con dosis inclusive de hasta 1200mg al día. Debe evitarse en pacientes aasmáticas o insuficiencia cardiaca y en mujeres en labor de parto ya que puede generar bradicardia fetal. 
  • Nifedipina dosis de 10 a 20mg hasta 180mg al día. 

Preeclampsia con datos de severidad 

Se debe hospitalizar a la paciente con monitoreo cardiaco no invasivo en posición de decúbito lateral izquierdo. Canalizar vías periféricas de grueso calibre. Colocar sonda Foley para cuantificar diuresis. 

Dentro del tratamiento farmacológico se utiliza:  
  • Hidralazina con bolo inicial de 5mg IV con bolos de 5 a 10mg IV cada 20 minutos con una dosis máxima de 30mg.  
  • Labetalol; 20mg IV seguido de 40 a 80mg cada 10 minutos hasta una dosis máxima de 220mg. 
  • Nifedipina: 10mg cada 30 minutos hasta una dosis máxima de 50mg. 

Control de crisis convulsivas 

  • Se utiliza como neuroprotección el sulfato de magnesio en dosis de 4g diluidos en 250cc de solución glucosada a pasar en 20 minutos y luego dosis de mantenimiento a 1g IV por hora en infusión con solución glucosada al 5%.  
  • En caso de determinarse intoxicación por magnesio, determinada por hiperreflexia, se administra 1g de gluconato de calcio en 100cc de solución fisiológica a pasar en 15 minutos. 

Terminación del embarazo  

  • La terminación del embarazo es la única cura para la preeclampsia. Los demás tratamientos son solamente de sostén para lograr llevar el embarazo a una edad gestacional con feto viable.  
  • Debe terminarse el embarazo con preeclampsia que presente criterios de severidad o en embarazos que presenten restricción de crecimiento intrauterino, oligohidramnios, flujo diastólico umbilical invertido con madurez pulmonar.  
BIBLIOGRAFIA

1. De Cherney, A; Laufer, NÑ Nathan, & Roman, A. (2014). Diagnóstico y tratamiento ginecoobstetricos. XI edición. Nueva York: Lange Medical Book. Mc Graw-Hill. 
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