martes, 31 de agosto de 2021

Enfermedades infecciosas

 



 

Las enfermedades infecciosas son trastornos causados por organismos, como bacterias, virus, hongos o parásitos. Muchos organismos viven dentro y fuera de nuestros cuerpos. Normalmente son inofensivos o incluso útiles. Pero bajo ciertas condiciones, algunos organismos pueden causar enfermedades.

Algunas enfermedades infecciosas pueden transmitirse de persona a persona. Algunas son transmitidas por insectos u otros animales. Y puedes contagiar a otras personas consumiendo alimentos o agua contaminados o estando expuesto a organismos en el medio ambiente.

Los signos y síntomas varían dependiendo del organismo causante de la infección, pero a menudo incluyen fiebre y fatiga. Las infecciones leves pueden responder al reposo y a los remedios caseros, mientras que algunas infecciones potencialmente mortales pueden requerir hospitalización. 

                                         Inmunoglobulina (anticuerpos)

Las inmunoglobulinas (anticuerpos) son proteínas de importancia vital que circulan en el torrente sanguíneo y realizan una amplia variedad de funciones. Influyen notablemente sobre el equilibrio de nuestro sistema inmunitario.

El tipo predominante de anticuerpo en la sangre humana es la inmunoglobulina G (IgG). Sus funciones más importantes son neutralizar y eliminar los virus y las bacterias que penetran en el organismo, los productos del metabolismo bacteriano (toxinas) y las sustancias producidas en el marco de procesos inflamatorios o la destrucción celular. 

Gracias a su estructura, la IgG es capaz de unirse a receptores (lugares de unión) en la superficie de las células sanguíneas o a ciertas células de órganos y de influir sobre el comportamiento de estas células. De este modo se regula su proliferación y maduración así como la actividad de las células de nuestro sistema inmunitario. 

Deficiencia de anticuerpos

La deficiencia de anticuerpos es una manifestación del deterioro en la maduración o la función de los linfocitos en la sangre. Las células no reaccionan o lo hacen de forma inadecuada a los patógenos invasores, y el sistema inmunitario es incapaz de mantener una concentración normal de anticuerpos en la sangre.

La consecuencia es la aparición de infecciones recurrentes y en ocasiones potencialmente letales, así como la producción de trastornos en la función de determinados órganos. Una consecuencia particularmente característica es un incremento de la susceptibilidad a las infecciones bacterianas. La curación de heridas y la regeneración de tejidos pueden también deteriorarse debido a la inducción de reacciones inflamatorias por falta de mecanismos inhibidores.

CITOCINAS 

Las citocinas son un grupo de proteínas y glucoproteínas producidas por diversos tipos celulares que actúan fundamentalmente como reguladores de las respuestas inmunitaria e inflamatoria. Asimismo, intervienen como factores de crecimiento de distintas células, entre las cuales y de forma destacada, las células hematopoyéticas. 

Las citocinas actúan como reguladores sistémicos a concentraciones del orden de nano o picomoles, modulando la actividad de un amplio espectro de tipos celulares que, en general, es bastante superior al de las hormonas. 

Por otro lado, las citocinas pueden actuar como factores de crecimiento locales, a través de un mecanismo autocrino (sobre la propia célula), paracrino (sobre una célula vecina), yuxtacrino (implicando interacciones intercelulares) o retrocrino (a través de formas solubles de ciertos receptores de membrana). 

INMUNODEFICIENCIA 

La inmunodeficiencia es un estado patológico en el que el sistema inmunitario no cumple con el papel de protección que le corresponde dejando al organismo vulnerable a la infección. Las inmunodeficiencias causan a las personas afectadas una gran susceptibilidad a padecer infecciones y una mayor prevalencia de cáncer. Mas de 150 síndromes han sido descritos desde entonces. 

Inmunodeficiencias primarias 

El área de las inmunodeficiencias primarias (IDPs) ha mostrado un gran avance en los últimos años, en especial con el desarrollo de diversas técnicas que han permitido relacionarlas con sus causas genéticas. La incidencia de las inmunodeficiencias 1ªs es muy variable: una de las IDPs mas frecuentes es el déficit selectivo de IgA, con un incidencia estimada de 1/300.En el otro extremo, se estima que la incidencia de la enfermedad granulomatosa crónica es alrededor de 1/200000. 

En general, la mayor sospecha de la existencia de una IDP surge frente a un paciente con infecciones recurrentes. En el área pediátrica, la mayor causa subyacente frente a un niño que consulta por infecciones recurrentes, es que se trate de un niño sano en que se sobreestima el número de infecciones y éstas son las normales para su edad y condiciones de vida (varios hermanos, asistencia al Jardín infantil etc.). 

Inmunodeficiencias secundarias 

Edades extremas de la vida 

Los prematuros constituyen un grupo de riesgo conocido de “estado” inmunodeficiente. Ello se debe fundamentalmente a que carecen por un lado de órganos linfoides secundarios maduros, y por otro lado, dada su prematurez, no alcanzan a lograr un nivel adecuado de IgG por traspaso materno antes de las 32 semanas de gestación. También se han descrito múltiples otros defectos inmunológicos, como pobre respuesta de memoria a las vacunas, función de neutrófilos disminuída, menor producción de citoquinas y componentes del complemento, etc. 

Malnutrición 

La desnutrición calórico-proteica es la mayor causa a nivel mundial de inmunodeficiencia. Ella puede estar causada no sólo por la ingesta deficiente de alimentos, sino también por la caquexia resultante de una enfermedad oncológica. El defecto inmune mayormente involucrado es la menor producción de células T y también una menor funcionalidad. El déficit de micronutrientes contribuye a la alteración de las barreras mucosa, facilitando la entrada de diversos patógenos. Las condiciones gastrointestinales y renales que llevan a pérdida de proteínas, producen también efectos similares. 

Enfermedades metabólicas 

La Diabetes mellitus y la uremia (de causa renal o hepática) alteran la inmunidad. En la DM se altera frecuentemente la fagocitosis y la quimiotaxis como también la respuesta linfoproliferativa. Los pacientes urémicos presentan un riesgo 6 a 16 veces mas elevado de presentar tuberculosis. Se ha demostrado consistentemente alteración en la quimiotaxis y en la respuesta microbicida. La respuesta a vacunas no persiste mas allá de 6 meses, a pesar de vacunaciones repetidas. 

MENINGITIS BACTERIANA

La meningitis bacteriana es muy grave y puede ser mortal. La muerte puede ocurrir en tan solo unas pocas horas. La mayoría de las personas se recupera de la meningitis. Sin embargo, la infección puede tener como consecuencia discapacidades permanentes (como daño cerebral, pérdida auditiva y dificultades de aprendizaje).

Varios tipos de bacterias pueden causar meningitis. En los Estados Unidos, algunos de los principales causantes de meningitis son:

  • Streptococcus pneumoniae
  • Streptococcus del grupo B
  • Neisseria meningitidis
  • Haemophilus influenzae
  • Listeria monocytogenes

Estas bacterias también pueden asociarse a otra enfermedad grave, la septicemia. La septicemia es la respuesta extrema del cuerpo a una infección. Sin tratamiento oportuno, puede causar rápidamente daños en los tejidos, insuficiencia orgánica y la muerte. 

Causas

Las causas comunes de la meningitis bacteriana varían por grupo de edad:

  • Recién nacidos: Streptococcus del grupo B, S. pneumoniae, L. monocytogenes, E. coli
  • Bebés y niños: S. pneumoniae, N. meningitidis, H. influenzae tipo b (Hib), Streptococcus del grupo B
  • Adolescentes y adultos jóvenes: N. meningitidis, S. pneumoniae
  • Adultos mayores: S. pneumoniae, N. meningitidis, Hib, Streptococcus del grupo B, L. monocytogenes

Factores de riesgo

Ciertas personas tienen mayor riesgo de contraer meningitis bacteriana. Algunos factores de riesgo incluyen:

  • Edad: Los bebés tienen mayor riesgo de presentar meningitis bacteriana en comparación con las personas de otros grupos de edad. Sin embargo, las personas de todas las edades pueden presentar meningitis bacteriana. Consulte la sección anterior para ver qué bacterias afectan más comúnmente a cada grupo de edad.
  • Entorno del grupo: Las enfermedades infecciosas tienden a transmitirse donde se reúnen grupos grandes de personas. Algunos campus universitarios han notificado brotes de enfermedad meningocócica causada por N. meningitidis.
  • Ciertos problemas médicos: Existen ciertas afecciones, medicamentos y procedimientos quirúrgicos que ponen a las personas en mayor riesgo de contraer meningitis.
  • Trabajar con patógenos que causan meningitis: Los microbiólogos que están expuestos en forma rutinaria a las bacterias que causan la meningitis tienen un riesgo mayor de contraer la enfermedad.
  • Viajes: Los viajeros podrían estar en mayor riesgo de contraer la enfermedad meningocócica, causada por N. meningitidis, si van a ciertos lugares como los siguientes:
    • El “cinturón de la meningitis” en África subsahariana, en particular durante la temporada seca.
    • La Meca durante la peregrinación anual del hach y del umrah.    
Cómo se transmite

Generalmente, los microbios que causan la meningitis bacteriana se transmiten de persona a persona. Ciertos microbios, como la L. monocytogenes, pueden transmitirse a través de los alimentos.

La manera en que las personas transmiten los microbios depende a menudo del tipo de bacteria. También es importante saber que las personas pueden tener estas bacterias dentro de su cuerpo, o sobre él, sin que se enfermen. Estas personas son “portadoras”. La mayoría de los portadores nunca se enferman, pero pueden transmitir las bacterias a los demás.

A continuación, hay algunos ejemplos de las maneras más comunes en que las personas transmiten estas bacterias entre sí:

  • Streptococcus del grupo B y E. coli: Las madres infectadas pueden pasarles estas bacterias a sus bebés durante el parto.
  • Hib y S. pneumoniae: Las personas transmiten estas bacterias al toser o estornudar muy cerca de otras, quienes a su vez inhalan las bacterias.
  • N. meningitidisLas personas transmiten estas bacterias a través de las secreciones respiratorias o de la garganta (como al botar saliva o escupir). Generalmente, esto ocurre al tener contacto cercano (al toser o besar) o de larga duración (cuando las personas viven juntas).
  • E. coli: Las personas pueden contraer estas bacterias al comer alimentos preparados por alguien que no se lavó bien las manos después de ir al baño.

Por lo general, las personas se enferman a causa de la E. coli y la L. monocytogenes al comer alimentos contaminados. 

Signos y síntomas

Los síntomas de la meningitis incluyen la aparición repentina de lo siguiente:

  • Fiebre
  • Dolor de cabeza
  • Rigidez de cuello

A menudo hay otros síntomas, como los siguientes:

  • Náuseas
  • Vómitos
  • Fotofobia (mayor sensibilidad de los ojos a la luz)
  • Estado mental alterado (confusión)

Es posible que los recién nacidos y los bebés en general no tengan los síntomas clásicos que se mencionaron arriba, o sea muy difícil notarlos. En su lugar, los bebés podrían:

  • Estar lentos o inactivos
  • Estar irritables
  • Vomitar
  • No comer bien 

Los síntomas de la meningitis bacteriana pueden aparecer rápidamente o a lo largo de varios días. En general se presentan dentro de los 3 a 7 días después de la exposición.

Los síntomas avanzados de la meningitis bacteriana pueden ser muy graves (por ejemplo, convulsiones, coma). Por esta razón, todas las personas que crean que pueden tener meningitis deben ver al médico lo antes posible. 

El embarazo

Las mujeres embarazadas tienen mayor riesgo de presentar listeriosis, una infección causada por la bacteria L. monocytogenes. La listeriosis es generalmente una enfermedad leve para las mujeres embarazadas, pero causa una enfermedad grave en el feto o el bebé recién nacido. Las mujeres embarazadas pueden reducir el riesgo de contraer meningitis causada por L. monocytogenes.

Las mujeres embarazadas pueden pasarle el Streptococcus del grupo B (estreptococo del grupo B) a su bebé durante el parto. Los recién nacidos infectados por esta bacteria pueden presentar meningitis u otras infecciones graves poco después del nacimiento. 

Diagnóstico

Si el médico sospecha que se trata de meningitis, tomará muestras de sangre o de líquido cefalorraquídeo (líquido cerca de la médula espinal). Se harán pruebas con las muestras en un laboratorio para ver qué está causando la infección. Es importante saber la causa específica de la meningitis para que los médicos sepan cómo tratarla.

Tratamiento

Los médicos tratan la meningitis bacteriana con varios antibióticos. Es importante comenzar el tratamiento lo más pronto posible.

Prevención

La vacunación es la manera más eficaz de proteger contra ciertos tipos de meningitis bacteriana. Existen vacunas contra 3 tipos de bacterias que pueden causar meningitis:

  • Las vacunas antimeningocócicas ayudan a proteger contra la N. meningitidis
  • Las vacunas antineumocócicas ayudan a proteger contra el S. pneumoniae
  • Las vacunas contra Hib ayudan a proteger contra esa bacteria 




















































































































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